Confiamos, que así como los chicos crecen rodeados de letras y números que les permiten realizar con éxito el proceso de alfabetización, haciendo lo mismo con las imágenes, egresarían de la primaria pudiendo leer las mismas e interpretando sus códigos sin ninguna dificultad.
Creemos desde La Obra en la importancia de una alfabetización de la imagen, tan importante en el desarrollo infantil como aprender a resolver operaciones matemáticas, leer y escribir.
Nos han visitado hasta el momento artistas de diferentes áreas estéticas: pintores, dibujantes, grabadores, ilustradores, una fotógrafa y un fileteador, para despertar en los chicos la amplitud del conocimiento y la diversidad, siguiendo aquella idea de Borges, cuando afirmaba:
“No hay una sola imagen, no hay una sola hermosa palabra.”
Confiamos en el poder transformador del arte; no somos los mismos después de sorprendernos con una obra, y es fundamental en los alumnos verlos crecer estimulando aquellas tres virtudes que debían poseer los premiados cuando Quinquella Martín entregaba su famosa “Orden del tornillo”: El bien, la belleza y la verdad.
Si egresan de la escuela con estas tres propuestas en sus miradas, no caben dudas que sus vidas serán maravillosas, como las buenas obras que aprendieron a descubrir en sus infancias.