viernes, 1 de marzo de 2013

DISCURSO DE MARCELA REDI

Compartimos con ustedes el discurso de Marcela Redi, Directora de Nivel Primario, leído en el acto del primer día de clases.

Hace ya catorce años que nuestra escuela intenta año a año enriquecer sus horizontes, alimentarse de nuevos saberes, abrirse a nuevos desafíos, desplegando su sensibilidad, su creatividad y su afectividad.
La  educación está atravesando por una profunda transformación que nos invita a reflexionar y a pensar de manera colectiva qué niño recibimos y qué alumno queremos formar. Creemos en nuestra propuesta pedagógica y sentimos el acompañamiento incondicional de nuestros docentes y de las familias, pero somos conscientes que nuestros alumnos van cambiando y también sus necesidades. Por eso es necesario que podamos comprenderlos, escucharlos, pero a la vez, que puedan sentir que son contenidos por adultos que los ayudan a crecer con límites claros y constantes.
Se vienen nuevos tiempos donde la escuela debe comenzar a escuchar, a mirar, a revisar, a preguntar, a  compartir,  a transformar diferentes modos de acceder al aprendizaje. Nuestros chicos son parte de un dispositivo social cuyas conductas también se están modificando, la ansiedad, la falta de espera, las respuestas inmediatas, la intolerancia conviven comúnmente entre ellos y entre nosotros. Creemos que es responsabilidad  de la escuela detenerse y preguntarse  por esta nueva realidad social y por este nuevo niño que hoy recibimos.
Nuestra  tarea no es aferrarnos a la frase “qué distinta era antes la escuela, los chicos y los padres” y añorar un pasado reciente que ya no está, sino seguir trabajando en la construcción de un nuevo paradigma educativo.
Por eso sin olvidarnos de los objetivos de nuestro proyecto pedagógico basados en la libertad, en la igualdad de oportunidades, en la aceptación de las diferencias, en el desarrollo de actitudes críticas y reflexivas, en el despliegue de acciones solidarias, en el descubrimiento de la sensibilidad artística, en el conocimiento cotidiano de las capacidades de nuestros alumnos para dignificarlas y elevarlas, en el enriquecimiento de nuestros saberes como docentes para comprender y analizar cada vez mejor la realidad, son  y serán los que nos permitirán día a día concretar  nuestros ideales y nuestros sueños de formar niños y niñas más libres y solidarias de pensamiento y de corazón.
Los invitamos entonces a que nos sigan acompañando, participando activa y respetuosamente, como siempre lo hicieron, de este nuevo desafío: ser protagonistas junto a nosotros de la construcción de una nueva historia escolar.