viernes, 26 de mayo de 2017

REFLEXIÓN SOBRE EL 25 DE MAYO


Desde aquel 25 de mayo de 1810, donde comenzó nuestro sueño de libertad, tan bien expresado unos años más tarde en el acta de la independencia, el 9 de Julio de 1816, pasaron muchos aires de ilusiones y desalientos, siempre "protestando al cielo, a las naciones y hombres todos del globo", la injusticia de los pueblos oprimidos.

¿Cómo poder resumir la construcción de una esperanza en todos estos años?
¿Cuál es la forma verdadera de ese dibujo?
¿Cómo reconocer los arabescos magistrales de las líneas equivocadas?

En estas correcciones, siempre el tiempo nos ayuda a ver mejor el diseño de nuestra historia, teniendo a la memoria como mejor herramienta para corregir los trazos malogrados.
Pero las décadas también nos ayudan a descubrir los mejores colores y las texturas de nuestros aciertos.

En más doscientos años. nuestra tierra ha dado pensadores y hombres de ciencia indispensables, artistas que hicieron de la belleza algo parecido a la felicidad de nuestras vidas, deportistas heroicos como los viejos guerreros, mujeres hermosas de inteligencias visionarias, héroes aparentemente anónimos trabajando diariamente por un mundo más justo y solidario.

En estos tiempos donde muchos proponen ir hacia adelante, sosteniendo que al pasado hay que dejarlo atrás para festejar las innovaciones del presente, nos interesa, desde la educación, seguir buscando en nuestra historia y en sus raíces, antiguas como la tierra y la esperanza, nuevas ramificaciones, senderos inaugurales donde podamos soñar con vuelos renovados.

Después de todo, las mujeres y los hombres de nuestra querida tierra, siempre estuvieron amando entre esos aires, buscando en sus vidas intensas, el verdadero sentido que vuelva un festejo, esa costumbre de andar respirando por el mundo.